Las lavadoras de tambor rotativo y coclea son indicadas para tratar pequeñas piezas metálicas a granel debido a la moderada velocidad de rotación del tambor. Esta baja velocidad permite que las piezas que están siendo lavadas, estén continuamente en movimiento bajo la acción de las duchas de lavado, lo que garantizando una excelente limpieza de la superficie de las piezas metálicas.
Se trata de una tecnología que ofrece unos resultados óptimos a unos precios competitivos cuando se han de tratar piezas que puedan tocarse continuamente entre ellas sin dañarse.
El funcionamiento de las lavadoras de tambor y coclea está basado en un túnel con sinfín interno, de una dimensión de espiras que se determina en función del tamaño de las piezas a tratar. Este sinfín, gira a una velocidad regulable transportando las piezas por la totalidad de la longitud del equipo.
Proceso de trabajo
Dependiendo del contaminante que contengan las piezas y del tipo de metal a lavar, la máquina puede estar provista de diferentes fases. Pongamos dos aplicaciones distintas como ejemplos:
- Para una pieza de latón que contenga taladrina, se realiza una limpieza inicial con agua caliente y después un proceso de secado.
- En caso de que la pieza a tratar contenga aceite, se diseña un proceso de tres fases: una fase inicial de desengrase, un proceso de enjuague en segundo lugar y finalmente un secado.
- Todas las fases de la máquina tienen regulación de temperatura por mediación de un termostato digital.
En cada cuba de tratamiento está instalado un filtro de malla para retener virutas y pequeñas partículas para no afectar al lavado de posteriores piezas y evitar la obstrucción de los aspersores en la fase de aspersión.
Equipo específico para desengrase de piezas
En un equipo de desengrase de piezas metálicas, las tres o cuatro primeras aspiras mantienen las piezas con una inmersión completa. Posteriormente, pasan por una zona provista de unos aspersores que disparan el producto desengrasante con una cierta presión sobre las piezas, que permanentemente están en movimiento. A continuación, se procede a una fase de enjuague para la eliminación de los restos de producto desengrasante y finalmente se somete a las piezas a un proceso de secado.
Normalmente las cubas de desengrase están comunicadas sin que haya mezcla de productos para que sea posible regular sus niveles cuando sea necesario. Por esta razón, el detector de nivel, que se acciona en la cuba de desengrase, automáticamente pasará agua de la cuba de enjuague a la cuba de desengrase y de vuelta a la cuba de enjuague por mediación de una electroválvula que recibirá agua de red.
En el diseño de una instalación, es importante ajustar la dosificación del material a lavar en el interior de la cóclea. Las piezas en cada espira deben tener suficiente espacio para que tanto el desengrase, como el enjuague y el aire de secado puedan llegar a todas las partes de las piezas.
Otras Aplicaciones
Las lavadoras de tambor y coclea también se pueden usar para la aplicación de fosfatos con todas sus correspondientes fases, así como para la impregnación de algún producto sobre las piezas, ya que existen máquinas de inmersión completa.
Aparte de las máquinas estándar, en Coniex suministramos todo tipo de lavadoras para cualquier proceso, pudiendo incluso compaginar en una misma máquina fases de aspersión y de inmersión simultáneamente.