Suministramos granalla plástica para el tratamiento de superficies delicadas y/o con formas especiales, que requieren de un tratamiento superficial que sea a la vez efectivo y de bajo impacto. Es la granalla más aconsejable para sandblasteados y chorreados suaves que no alteren en lo más mínimo la pieza tratada.
La granalla plástica es especialmente adecuada en aplicaciones que requieran un tratamiento controlado y suave, cuya acción no sea excesivamente abrasiva, de forma que no dañe el estado normal de la superficie.
Mediante un chorreado suave se consigue un tratamiento superficial que no ataca a la pieza, ni aporta ningún tipo de rugosidad. A pesar de que sus granos angulares-cúbicos son más agresivos que los de las granallas vegetales, no produce ningún tipo de desgaste en la maquinaría de tratamiento, ni en la superficie a tratar.
Su durabilidad y la irregular forma de las partículas garantiza una alta productividad y permite que pueda ser utilizada en equipos que incorporen elementos de reciclaje y reclasificación de los abrasivos.
La granalla plástica es un abrasivo de baja dureza y de un peso muy versátil, lo que le convierte en un abrasivo que puede ser utilizado en una gran variedad de aplicaciones y procesos de tratamiento de superficies metálicas delicadas:
Como hemos comentado anteriormente, es una granalla muy versátil, ya que además de tener múltiples aplicaciones, puede ser utilizada en una gran variedad de equipos de sandblasteado, chorreado y arenado:
La granalla plástica es un abrasivo de origen militar, que hoy en día todavía sigue utilizándose en la industria militar y aeronáutica, a la vez que ha expandido notablemente su ámbito de aplicaciones.
Por este motivo, esta granalla se fabrica bajo normativas diferentes según el sector al que vaya dirigida. Para la industria en general se le aplica una normativa estándar y para la industria militar o aeronáutica se le aplican normativas específicas.
Nuestra granalla plástica se produce a partir de moldes de resina plástica termoestable que es sometida a diferentes procesos (curada, molida, clasificada y tratada con soluciones antiestáticas). Se trata de un abrasivo que se produce a partir de diferentes tipos de materiales plásticos con distintas durezas y que es sometido a unos exigentes controles de calidad (granulometría, forma, composición y resistencia) antes de ser puesto en el mercado.
Gracias a este minucioso proceso de producción, conseguimos una granalla plástica que puede ser proyectada a presión, o mediante succión, en piezas delicadas con absolutas garantías de que no se va a producir ningún daño o alteración en la superficie tratada.
Adicionalmente, cabe destacar que la contaminación y el polvo generados con el uso de granalla plástica son muy bajos, lo que hace que sea un abrasivo de gran seguridad para la salud de los operarios. También es un producto respetuoso con el medio ambiente, especialmente si lo comparamos con otros abrasivos que utilizan productos químicos y/o que generan una mayor cantidad de polvo.