La granalla cerámica es una granalla no metálica, cuyo compuesto principal es el óxido de circonio. Mediante un proceso de fusión se obtienen en forma de perlas esféricas que se clasifican según su tamaño. La granalla cerámica está libre de hierro y es extremadamente duras gracias a una fase vítrea de silicio que le otorga de una elevada dureza y tenacidad.
Debido a ello, ofrece unas amplias ventajas respecto a la microesfera de vidrio, que es su competencia natural:
- Aporta mayor durabilidad, más de 60 ciclos respecto a la microesfera de vidrio.
- Acabados más homogéneos.
- Reducción considerable del consumo debido a su menor índice de rotura.
- Reduce los tiempos de ciclo respecto a la microesfera de vidrio y tiene un menor desgaste. Así mismo, es una garantía a la hora de tratar piezas delicadas con aristas vivas.
- Al estar exenta de hierro no produce problemas de oxidaciones ni contaminantes.
Dado su peso específico, su dureza y tenacidad, la granalla cerámica es un abrasivo muy apreciado.
Fabricación
La granalla cerámica es un abrasivo compuesto principalmente de circonio. Para su producción, los gránulos de materia prima son transformados en granalla (en forma de pequeñas bolas esféricas) después de un proceso de trituración y mezcla.
Esta granalla se suministra en diferentes medidas, clasificadas según el tamaño del grano, para ajustarse a las necesidades específicas de cada aplicación.
El proceso de producción se somete a estrictos controles de calidad, en los que se supervisa la granulometría, forma, composición y resistencia de la granalla cerámica.
Disponemos de granalla cerámica estándar y de granalla cerámica producida bajo la normativa militar.
Aplicaciones
Como hemos comentado anteriormente, la granalla cerámica tiene los mismos usos que las microesferas de vidrio.
Su gran ventaja es que, debido a la ausencia de hierro y a su gran dureza, este abrasivo cerámico puede ser aplicado con grandes resultados en acabados superficiales de satinado sobre acero inoxidable, bronce, latón, aluminio, magnesio, etc.
La granalla cerámica es un abrasivo reutilizable, lo cual permite reducir el coste económico en procesos como el sandblasteado, conformado, limpieza, satinado, pulido, lapeado, o shot peening.
Es una granalla de uso muy extendido en sectores como el aeronáutico, médico-quirúrgico y calderería de materiales inoxidables.
Estas son algunas de las aplicaciones más frecuentes de la granalla cerámica:
- Satinado de piezas y efectos mate.
- Acabado final de piezas.
- Limpieza de materiales inoxidables.
- Decapado de soldaduras.
- Limpieza de piezas metálicas.
- Limpieza de materiales delicados, como moldes, hileras, matrices, etc.
- Reparar defectos en la pieza.
- Preparación de piezas para otros tratamientos.
- Eliminación de tensiones superficiales.
- Chorreado de piezas de aluminio.
Modo de empleo
La granalla cerámica es ideal para tratamientos superficiales mediante chorreado, tanto a succión como a presión, y mediante sandblasteado, aunque en este segundo caso se limita al sandblasteado mediante turbinas.
Estas son algunas de las tecnologías con las que se puede aplicar la granalla cerámica con grandes resultados:
- Cabinas de chorreado manuales a succión y presión.
- Arenadoras portátiles.
- Salas de sandblasteado y salas de chorreado.
- Chorreado con pistola con aire comprimido y equipos de turbina.
- Equipos de sandblasteado automáticos.